¿Cuántas veces te has sentido decepcionado o decepcionada contigo al sentir que no has cumplido con los objetivos que te habías marcado? ¿Cuántas veces has comenzado proyectos con muchas ganas que al poco tiempo has abandonado? ¿Cuándo ha sido la última vez que has intentado planificar una rutina saludable y el plan ha durado solo un día? Y quizá estas aventuras fallidas te estén llevando a dudar de ti, a exigirte cada vez más, a sentirte culpable, a creer que no eres lo suficientemente válido o válida para llevar a cabo esos objetivos que te propusiste en su momento.
Esto es lo que sucede a Franco, uno de los amigos de #ETM que nos ha enviado una nota de voz desde Chile confesándonos su temor a que esa necesidad de disciplina o de constancia acabe por convertirse en un sacrificio.
En el episodio de hoy, tratamos de dar respuesta a algunas de las preguntas que nos ha dejado: ¿qué podemos hacer para ser más constantes? ¿Es algo con lo que se nace o puede trabajarse? ¿De qué depende que haya personas que parecen tener más disciplina que otras? Además, te dejamos algunas ideas que quizá te ayuden a ganar en constancia.
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